Ante una súbita pérdida de audición y una parálisis facial, una familia de curanderos Kallawayas de los andes bolivianos, intermedian para llamar el alma pequeña del paciente. Un cirujano se somete a un tratamiento herbolario para resolver el insomnio que lo aqueja. La ciudad y un sistema de salud impersonal, contrastan con la abundancia natural de Lunlaya, ayllu de la nación Kallawaya.
«A family of Andean Kallawaya healers help to summon the patient’s little soul when he is suddenly faced with hearing loss due to facial paralysis. The impersonal healthcare system contrast with the natural abundance of the community lands of Kallawaya’s nation. The recovery of the little soul unfolds through the sharing of knowledges, through the dialogue between traditional and modern lives.
«