En el siglo XII, a la edad de 50 años, Hildegard von Bingen experimenta, una vez más, una visión que le dice que debe marcharse de Disibodenberg. La imagen de un paisaje diferente al que conoce se revela y llama su atención. Se pregunta si debiera escuchar la orden y abandonar el monasterio que ha sido su hogar durante sus últimos 42 años. Teme que al partir, dejará de iluminarla la luz ígnea.
In the 12th century, at the age of 50, Hildegard von Bingen experiences, once again, a vision that tells her she must leave Disibodenberg. The image of a landscape different from the one she knows is revealed and captures her attention. She wonders if she should leave the monastery, her home for the last 42 years. She fears that if she leaves, the igneous light will stop illuminating her.