Martim, ahora con 58 años de edad, reflexiona sobre su experiencia en la Unión Soviética en 1979, cuando era un joven de 15 años, bastante inocente. Sus padres, activistas del Partido Comunista, creían que lo enviaban a un lugar seguro, a una sociedad que encarnara todos sus ideales. Sin embargo, Martim se enamoró, dejó sus estudios y se involucró en actividades clandestinas. El ideal que sus padres le inculcaron se desvaneció con el tiempo. Cuatro décadas después, comparte esta historia.
Martim, now 58 years old, reflects on his experience in the Soviet Union in 1979, when he was a rather innocent 15-year-old. His parents, Communist Party activists, believed they were sending him to a safe place, to a society that embodied all their ideals. However, Martim fell in love, dropped out of school and became involved in clandestine activities. The ideal his parents instilled in him faded over time. Four decades later, he shares this story.